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Descubren 462 fragmentos de cerámica indígena en Vuelta de Obligado

May 24, 2009

Fragmento 1En los últimos días, relevamientos efectuados por el Grupo permitieron recuperar 462 fragmentos de objetos elaborados por los Het, una parcialidad indígena del grupo de los Querandíes que habitaron la zona en épocas prehispánicas. El descubrimiento permite suponer que el sitio era utilizado por tribus nómades que aprovechaban los recursos naturales que brindaba el lugar.

Los bosques de Vuelta de Obligado cobijaron, en épocas prehispánicas, un importante asentamiento indígena que utilizó los abundantes recursos naturales presentes en la región y aprovechó la elevada topografía del terreno que brindaba una ubicación estratégica para la construcción de sus viviendas.
Los principales recursos alimenticios de este pueblo de hábitos nómades eran la caza y la pesca, actividades que desarrollaron con gran habilidad.
Para el preparado y consumo de esos alimentos desarrollaron un recurso originado en la misma Naturaleza: la alfarería.

Qué se recuperó?

Utilizando la gran cantidad de arcilla natural que ofrecen las costas del río Paraná lograron elaborar platos, tiestos, vasijas y ollas que usaban en los quehaceres diarios, como así también, algunos objetos con fines ornamentales.
Esa profusa elaboración de alfarería dejó evidencia oculta por los años y la vegetación en ciertos puntos del lugar.
En los últimos días, trabajos efectuados por el Grupo Conservacionista de Fósiles han permitido recuperar un total de 462 fragmentos de aquella cerámica indígena. Esta evidencia, que denota una gran actividad en el lugar,   sugiere que el número de integrantes de esa comunidad fue mucho más importante de lo que sabíamos hasta hoy.
Los fragmentos aparecieron en los sectores más elevados del sitio, puntos que seguramente eran elegidos por estar las viviendas a salvo de las inundaciones y por la posibilidad de tener, desde allí, un alcance visual completo de las inmediaciones.

El espesor de las piezas halladas varía entre los 3 y los 5 mm y son de color negro, beige o rojizo. Su superficie es lisa y no muestra dibujo alguno, salvo uno de los fragmentos que posee la cara externa labrada con tres líneas de punteado, dos que corren paralelas y una en zigzag.
Estas características permitieron establecer que los pequeños trozos corresponden a un estilo de cerámica que en Arqueología se conoce con el nombre de “Ibicueña” y que representa una de las tres principales manifestaciones de alfarería indígena bonaerense.

Cómo la elaboraban?

La arcilla con que se elaboraban las piezas era seleccionada y recolectada en la costa del río, se amasaba hasta obtener una pasta uniforme y, en algunos casos, se reforzaba con un “antiplástico”, es decir, con un elemento que le otorgaba resistencia al resquebrajamiento durante la cocción. En esta zona ese elemento era, por lo general, arena.
La cocción se realizaba colocando los objetos cerca del fuego hecho en un hoyo y se los iba arrimando a las llamas a medida que iban tomando temperatura. El proceso duraba entre 5 y 6 horas culminando cuando las piezas, ya sobre las brasas, se ponían al rojo vivo. Luego se las tapaba con cenizas para evitar un brusco enfriamiento.

Quiénes eran?

Los aborígenes que habitaron nuestro partido fueron los “Het”, una parcialidad de la etnia de los Querandíes, vocablo éste que en idioma Guaraní significa “hombres o gente con grasa”, en alusión al consumo de grasa animal que este pueblo incluía en su dieta diaria.
Sus viviendas eran simples chozas de palos cubiertas con pieles de animales que agrupaban formando “tolderías”, las que estaban bajo el mando de un cacique.
Eran principalmente cazadores-recolectores por lo que permanecían en constante movimiento en busca de sitios apropiados. Se alimentaban de venados de las pampas, ñandúes, semillas, frutos silvestres y pescado del que, además, hacían harina.
Tanto para las cacerías como para las guerras utilizaban arco y flecha, lanza, dardos, boleadoras (de las que fueron sus inventores) y la piedra de honda. Estas últimas dos armas reflejan que tenían algún contacto con grupos de las sierras del sur de la provincia, ya que las rocas con que estaban fabricadas no eran de esta región.

La población het fue prácticamente exterminada por epidemias de viruela y el afán conquistador de los españoles. Los restos fragmentarios de su cerámica y unos pocos huesos de los animales de los que se alimentaban, son todo el registro que queda de aquella «gran nación querandí» que adoraba a un único dios al que llamaban “Soychu”.

2 comentarios

  1. hola me gustaria contactar con gente de vuelta de obligado ya que voy seguido al lugar y me gustaria conocer gente de alli
    .
    les dejo mi mail electra_design@live.com.ar
    saludos
    viktoria


  2. Hola muchachos:
    ¿dónde encontraon estos tiestos cerámicos?

    Saludos
    Mariano

    PD: vamos a trabajar allá el jueves 12 y nos quedamos hasta el lunes 23.



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